Humberto Pulido
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Por Alfredo Espinola
En el fértil Valle de Parras, Coahuila, una joven bodega está floreciendo y empezando a dejar su huella en el panorama vinícola mexicano. Se trata de Casa Náufrago, un proyecto familiar fundado en 2017 que, con pasión y dedicación, busca honrar las raíces de la cultura vitivinícola de México y compartir su riqueza con el mundo.
Un sueño que crece entre viñas
"Casa Náufrago nació de un sueño familiar que comenzó con la adquisición de 100 hectáreas, de las cuales 40 ya están en producción", explica Humberto Pulido, director comercial de la bodega. Gracias a este desarrollo, actualmente producen ocho tipos de vinos bajo la línea Náufrago y recientemente han lanzado una nueva etiqueta trivarietal llamada Ell Polp.
Entre las variedades que cultivan figuran:
- Chardonnay
- Shiraz Rosado
- Cabernet Sauvignon
- Shiraz
- Cabernet Sauvignon / Shiraz
- Tempranillo
- Malbec
- Trivarietal (Tempranillo, Cabernet y Malbec)
Cada una de estas etiquetas es el resultado de un meticuloso trabajo con la tierra, respetando los ciclos naturales y aprovechando las bondades del clima de Parras. "Desde el robusto Tempranillo hasta el fresco Chardonnay, cada uva se cultiva con esmero y se vendimia en su punto óptimo de maduración, garantizando vinos de calidad excepcional", afirma Pulido.
La mano experta detrás de cada botella
El reconocido enólogo Francisco Rodríguez, con más de 50 años de experiencia y una destacada trayectoria en Casa Madero, lidera la creación de los vinos Casa Náufrago. En la actualidad, también colabora con los vinos Don Leo. Su visión ha sido clave para imprimir en cada botella la fusión perfecta entre tradición e innovación.
"Gracias a su experiencia, nuestros vinos reflejan la personalidad de nuestra tierra y cada botella cuenta una historia única", afirma Pulido.
Parras: Una joya del vino continental
Parras de la Fuente, sede de Casa Naufrago, es una región de incalculable valor histórico para la viticultura en América Latina. Alberga el viñedo más antiguo del continente y sus fértiles suelos siguen produciendo vinos espectaculares.
"Aunque somos una bodega joven en comparación con otras, el año pasado nuestros vinos obtuvieron 15 medallas, entre ellas de oro y plata, en prestigiosos concursos como el Concurso Mundial de Bruselas y la Selección de México", celebra el director comercial.
Entusiasta acogida del mercado
Desde marzo de 2024, Casa Náufrago ha iniciado su fase comercial y ha tenido una buena acogida tanto entre los consumidores como entre los distribuidores. "Gracias a nuestro respeto por la tipicidad de los vinos de Parras, ahora tenemos distribución nacional y estamos a punto de empezar a exportar a Estados Unidos", afirma Pulido.
Ante un mercado cada vez más competitivo, Casa Náufrago no ve la competencia como una amenaza. "Estamos orgullosos de hacer buenos vinos mexicanos. No estamos aquí para competir, sino para aportar lo que se hace bien en México", subraya.
Conectar con las nuevas generaciones
Uno de los objetivos clave de Casa Náufrago es acercar el vino a las nuevas generaciones. Para lograrlo, apoyan a los centros de consumo impartiendo formación a cocineros, gerentes y camareros. "Queremos que sepan cómo maridar nuestros vinos con sus menús y, sobre todo, por qué hacerlo", explica Pulido.
También pretenden promover la cultura del vino como parte de un estilo de vida sano y cotidiano, como ocurre en países con una fuerte tradición vinícola como Argentina, Chile, España e Italia.
Enoturismo con personalidad
La experiencia enoturística en Casa Náufrago también ha empezado a tomar forma. "Ofrecemos catas personalizadas guiadas por nuestro sumiller corporativo, Héctor Carlón. Cada visitante, pareja o grupo recibe una atención especial", explica Pulido.
La idea es crear un ambiente que permita a los invitados disfrutar del paisaje, la compañía y, por supuesto, de una excelente degustación acompañada de buena comida y música.
Con este espíritu, en junio de este año celebrarán su primer festival de jazz y vino.
Una invitación a descubrir México en cada sorbo
Así, Casa Náufrago abre sus puertas y sus botellas para invitar a los amantes del vino a explorar un universo de sabores y sensaciones, donde cada sorbo cuenta la historia de una tierra generosa y de una familia que decidió contribuir a ella.
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