Por Maya Dollarhide
Los entusiastas del vino que buscan el nuevo “Napa” se deberían dirigir al sur de la frontera, porque aunque México puede ser conocido por su mezcal y tequila, está ganando notoriedad por su excelente vino.
Justo al lado de la Costa de Baja, en el corazón del Valle de Guadalupe (apodado “nuevo Napa” por algunos entusiastas de vino), los vitivinicultores mexicanos están trabajando duro.
“El país está en un crecimiento explosivo en este momento. A medida que el mercado se desarrolla y la distribución evoluciona, más vino se hace disponible con facilidad”, informa J.M Woody van Horn, Jefe-Administrador de Vinos y Gerente General de Bracero Cocina de Raiz en San Diego, un restaurante aproximadamente a dos horas del Valle de Guadalupe.
En Bracero los huéspedes pueden seleccionar alrededor de 75 vinos de México — cosechas seleccionadas por van Horn durante sus visitas a las bodegas. Una selección popular, en la premiada lista del restaurante, es un tempranillo (con un matiz vibrante de cereza y un toque de roble) de la Bodega de Vena Cava, que acompaña bien con el pescado y la paella. Van Horn también recomienda acompañar el Baja Hiramasa del restaurante, el pescado jurel cultivado en Baja, con su Monte Xanic sauvignon blanc.
“La acidez y frescura refleja el limón en el aguachile (una versión picante de ceviche), que hace que la boca se haga aguas por más”, dice. Cuando a vinos rojos se refiere, los vinos de la región tienden a ser una mezcla. “México hace mucha mezcla. Algunos son mezclas clásicas, tal como Kerubial de Adobe Guadalupe”, dice van Horn. “Es la interpretación de una Mezcla de Ródano. Los llamamos ‘mezclas de Baja’”.
El jefe de licores y director de vino Jill Gubesch, acostumbra viajar a México en búsqueda de grandes vinos para añadir a su lista en la Frontera Grill, del renombrado Chef Rick Bayless, en Chicago. El restaurante típicamente ofrece más de 20 opciones en cualquier momento dado.
“En general, los vinos del Valle tienden a ser de cuerpo más ligero, más suaves en el tanino y más frutales que sus equivalentes cultivados en otras regiones del mundo”, dice.
Una recomendación que Gubesch ofrece es un vino tinto mezclado con tacos de carne de cerdo. “Nuestros (tacos de carne de cerdo) se adoban en un estilo al pastor con Guajillo Chile y piña, por lo tanto una buena combinación para ellos sería una mezcla roja mexicana como La Escuelita, Estación Porvenir Tinto hecho de Sirah Menudo, Cabernet, Zinfandel y Barbera o el Adobe Guadalupe, Kerubiel una mezcla de Syrah, Cinsault, Grenache y Mourvèdre. Todas estas mezclas tienen una cantidad agradable de la fruta que coinciden con la piña marinada”, dice. Si le gustan mariscos, sugiere Chardonnay mexicano unoaked como Piedra del Sol. “Este vino es realmente bueno con ostras y es excelente en sí mismo”, dice Gubesch.
Al combinar vinos mexicanos con la comida, es importante tomar nota de los condimentos en los platos.
“Trabajamos con chiles rojos secos, los cuales están en la familia de la fruta. He encontrado durante los años que los chiles diferentes tienen perfiles frutales diferentes”, Gubesch comparte. “Combino los perfiles del sabor de los chiles con los del sabor del vino”. Aconseja intentar zinfandel o mezclas de zin cuando estén usando mole negro y mole poblano “porque necesitas tanta fruta en el vino como la que tienes en la salsa o eso hará saber el vino agrio.”
El crecimiento de la vitivinicultura en México, sin duda dará un resultado positivo para los amantes del vino.
“Queremos mostrar lo mejor que México tiene para ofrecer,” Gubesch dice, “Quiero que la gente venga y se de cuenta, ‘vow’ ellos están realmente produciendo un gran vino y con su propio estilo.”
Maya Dollarhide es una colaboradora regular de el Restaurante.
Este artículo es el tercero de una serie sobre vinos mexicanos. Fue traído a ustedes por La Coalición de Vino Mexicano. www.mexicanwinecoalition.com, y Los Angeles International Wines, www.lainternationalwines.com, importer of Mexican wines from Bodegas de Santo Tomas, Barón Balché, and Viñedos Don Leo.