
Por Jorge Rennella
Entre una fábrica de plásticos, club de futbol, pequeño negocio de comida y un mexicoamericano con fuerte anhelo y pasión por lograr su sueño de tener un restaurante, nació Mariscos Luis I , base y plataforma del nuevo restaurante Mariscos La Grulla.
Son tres los restaurantes de mariscos que Jesús (Chuy) Ramírez ya ha fundado en Chicago. “Mariscos Luis I “y “Mariscos Luis II “los fundó en unión con su hermano Francisco, y ahora este tercer restaurante, “Mariscos La Grulla”, lo funda el solo junto a su familia y un equipo de buenos trabajadores.
La Grulla es un ave majestuosa que tiene una simbología mítica en muchas culturas, especialmente en la China. “Para nosotros los mexicanos es un ave que trae la suerte”, dice Ramírez, “además el Rancho de la familia en Jalisco se llama “La Grulla”.
Era el año de 1995 cuando Jesús Ramírez con 23 años de edad, desde Zapotlanejo, Estado Jalisco, México, llega a Chicago. Ya antes, en 1993 había llegado su hermano Francisco. Inmediatamente encontró trabajo en una fábrica de envases plásticos, vasos y platos, donde era operador de máquina. Allí trabajó desde 1995 hasta el 2001.
Sin embargo, su sueño americano era comenzar su propio negocio, lo cual, motivado por la enseñanza de su tío, había calado hondo en su alma. Cuando le pregunté el porqué del nombre de su primer y segundo restaurantes Mariscos Luis, me contestó que es en honor a su tío Luis, su héroe y mentor.
ESTILO, IDEA Y SABOR LO TRAJO DE GUADALAJARA
A los siete años quedó huérfano de padre. “Desde que tenía siete años veía a mi tío trabajar en el negocio de comida; aprendía al verlo a la vez que me motivaba su creatividad, experiencia y constancia en la búsqueda del éxito; yo también quería tener mi propio restaurante”, cuenta. Comenzó a los 15 años, en Guadalajara, a trabajar en el restaurante de su tío. “Casi toda la familia trabajábamos en su restaurante: mamá, hermanas y hermanos”, dice.
Narra que realmente el fundador del estilo, idea y sabor de los restaurantes de mariscos que ha fundado en Chicago, es indirectamente su tío, Luis Martínez, hermano de su madre, Petra Martínez de Ramírez. El tío Luis comenzó en 1979 vendiendo al principio cocteles de mariscos, sopa de mariscos y ceviches.
“Mi tío es un hombre de negocios muy creativo y para invitar a los clientes les ofrecía sin costo alguno el Levanta Muertos, -nombre pintoresco y jocoso que le puso al consomé de camarón que usaba como un gancho para vender sus otros platos de mariscos- en su primer negocio, un pequeño lugar que tenía en Guadalajara y que se hizo muy popular”, dice Ramírez.
“Después mi tío se cambió a Zapotlanejo, a 30 minutos en coche de Guadalajara, en donde compró un terreno y construyó su restaurante más grande, en el cual, además de sus platos estrellas, agregó un amplio menú de mariscos. Mi tío sigue con su restaurante en Zapotlanejo” narra.
SE ADAPTO RAPIDO A CHICAGO
Ramírez cuenta, que al llegar a Chicago, se adaptó rápidamente a su nueva ciudad y a su nuevo trabajo en la fábrica, a la vez, que iba periódicamente a un club social y deportivo, llamado “Club Los Halcones” ubicado en la calle 23 con Albany Park, la Villita, donde la mayoría de sus miembros eran originarios de Guadalajara, se reunían para dialogar, compartir y hacer deporte –futbol es el deporte más popular entre la comunidad mexicana.
Ramírez, Viajaba periódicamente a Guadalajara a visitar a sus familiares. Y fue así, como en uno de sus viajes, año 2001, conoce a quien sería su esposa, Adriana Ramírez –aunque llevan el mismo apellido, no son familiares directos. “Eran las fiestas patrias y David, mi primo, me lo presentó a Chuy”, dice Adriana -Chuy, sobrenombre que usan en México cariñosamente en vez de Jesús. Agrega: “Me dijeron, es americano, y no me gustaban mucho los americanos”. Ramírez es estadounidense, nació en Brownsville, Texas, pero regresó a México a corta edad, creciendo y desarrollándose inmerso en la cultura mexicana.
EL COMIENZO DE SU RESTAURANTE
“Me conquistó con unas rosas en el día de mi cumpleaños”, dice Adriana “En Agosto 24, del 2002, nos casamos en Tonalá”. Fruto del amor nacieron sus dos hijos mexicanos, primero Jairo y después Adriana. Su esposa Adriana y sus dos niños emigraron a Estados Unidos en el 2009. Su última hija, Angela, nació en chicago.
Ramírez, viajaba a menudo a visitar a su familia en México. Pese a tener una linda familia, trabajo y amigos, no estaba completamente satisfecho; seguía con la idea y deseo en su corazón de tener su restaurante. “En 1997, un paisano –persona de Guadalajara también- me dio la oportunidad de trabajar ahí, en el club deportivo a donde asistía, vendiendo comida a los miembros y futbolista. Ese fue mi comienzo”, dice Ramírez.
Cuenta, que además del trabajo en la fábrica, comenzó su negocio de venta de comida preparada, un segundo trabajo, el cual realizaba todos los sábados y domingos, de 7:00 am a 3:00 pm, durante seis años, en el club social y deportivo Los Halcones.
GANABA MAS SABADOS Y DOMINGOS
“Durante seis años trabajé regularmente de lunes a viernes en la fábrica de plásticos, desde 1995 hasta el 2001, y todos los fines de semana, vendía sopas de mariscos, consomés levanta muerto, ceviches y ostiones en el club deportivo Los Halcones”, dice. Con la experiencia, el capital ahorrado y su hermano como socio se decidieron a comenzar su primer restaurante de mariscos. “Ganaba más dinero los sábados y domingos vendiendo mi comida, que lo que ganaba semanalmente en la fábrica”.
Comenta que en la fábrica trabajaba de 7:00 pm a 7:00 am, turno nocturno. Y al final también diurno. “Pensé, debo realizar mi sueño y poner mi restaurante”. La idea era comenzar el restaurante y mantener la venta de comida los fines de semana en el club, lo cual lo hizo solo hasta el 2004, cuando el club le pidió el espacio.
“En Diciembre del año 2002 abrí mi primer restaurante en la Avenida 47 y la calle Tripp, Chicago”, agrega. “Ese primer restaurante decidimos con mi hermano que el lo maneje, porque en el 2004 abrimos mi segundo restaurante Mariscos Luis II, en el 3124 calle 25 -barrio La Villita- Chicago”.
LEVANTA MUERTOS UN GANCHO DE VENTA
“Nuestra especialidad es mariscos” dice, agregando que la mayoría de sus clientes son latinos, la mayoría mexicanos y una minoría entre anglos y afroamericanos. “Además de la atención a nuestros clientes en nuestro restaurante con un extenso menú de delicias del mar, también vendemos mucho para llevar, especialmente el consomé de camarón, el Levanta Muertos que lo vendemos en recipientes de 32 onzas a $5.50, el mediano de 24 oz a $4.50 y el chico de 16 oz a $3.50”, dice.
Le pregunto sobre los productos que usa y donde los compra, “Los mariscos, los compro a Gold Star y Blue Marlin, siempre buscando lo más fresco y de calidad. Aunque aquí en Estados Unidos la calidad casi siempre es buena por el control e inspección de salubridad”. Las verduras, condimentos y otros los compro a Jetro, Restaurant Depot y Enríquez Products, el cual tiene muy buenas verduras”, dice.
Ramírez comenta que con respecto al precio de algunos mariscos, entre Chicago y Guadalajara, no es mucha la diferencia, “aquí cuesta como 6 dólares la libra de camarón y en Guadalajara alrededor de 140 pesos el Kilo. Allá se usa el Kilo, el cual es aproximadamente dos libras”. Agrega que “Guadalajara es un mercado grande, los productos frescos y la ciudad muy bonita”.
Al ser consultado por la competencia, expresa que está las Islas Marías con dos restaurantes ubicados cerca del suyo, sin embargo, agrega que a la gente le gusta venir a su restaurante, “mi comida es mejor, dicen mis clientes. Por lo general, Viernes, sábado, domingo y el lunes, esto está muy ocupado, muchos clientes”.
LUNES VENDO MAS POR LA RESACA
¿Por qué el lunes ocupado?, le pregunto, y contesta, “después del largo fin de semana, los parranderos, fiesteros y personas que necesitan reanimar sus energías, vienen a Mariscos La Grulla para sacarse la cruda, resaca, chuchaque, el hacha en la frente –modismos de diferentes países Latinos, para describir el malestar y cansancio después de una noche de tragos y farra.
Como innovaciones últimas en su menú se encuentran las botanas: “camarones picosos” –le llaman también camarones estilo Nayarit o “langostinos”, van con Salsa Luis. También “el Chapuzón”, que es salsa de camarones al estilo Nayarit, con chile, caldo de sopa de mariscos con pulpo, camarones y jaiba. Otra innovación es la “Botana mixta” que es langostinos, jaiba, mejillones y camarones estilo Nayarit.
Me cuenta que en enero 8 de este año 2016, comenzó la expansión, mejora y cambio del nombre para su nuevo restaurante a Mariscos La Grulla, ya funcionando en el 3325 West calle Cermak, Chicago, IL 60623, a pocas cuadras del anterior, el mismo que cuenta con parqueadero propio, lo que el anterior local no tenía.
EL CARIÑO Y SABIOS CONSEJOS DE MI TIO
“Me cambio definitivamente en Junio a mi nuevo Restaurante Mariscos La Grulla, que ya tengo funcionando en la Calle Cermak, cerca de aquí. Me siento contento, porque el nuevo local es más grande, más bonito y lo más importante es que tendré estacionamiento propio” Dice Ramírez.
“Los dos años que trabajé con mi tío me ayudaron mucho, fue una escuela” dice, Su tío le había dicho bien claro varias veces “pon tu negocio, porque es mejor tener tu propio negocio que ser un empleado”.
Actualmente con un futuro prometedor, esposo, padre de tres hijos, como empresario dando trabajo a miembros de la comunidad, Ramírez, un ciudadano importante y exitoso, nos muestra que el sueño americano todavía es posible con amor al trabajo y constancia al perseguir sus mejores metas.
Mientras piensa y reflexiona me dice, “agradezco el cariño y sabios consejos de mi tío”. Pese al trabajo, constantes cambios y responsabilidad con sus trabajadores, Jesús (Chuy) Ramírez, luce feliz con la vida y con su sueño americano hecho realidad, su Restaurante, Mariscos La Grulla.
Mariscos La Grulla, restaurante de mariscos ubicado en 3325 West Cermak Rd. Chicago, IL 60623. Teléfonos: 773-521-8797 -- 773-521-8793. www.mariscoslagrulla.com Propietario, Jesús (Chuy) Ramirez.