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Nota del Editor: Desde su origen, el mezcal ha estado íntimamente relacionado con las mujeres. Cuenta la leyenda que el maguey procede de la diosa mexicana Mayahuel, una planta mítica que trae la felicidad a los humanos a través del tequila, el mezcal y el pulque. En esta entrevista, Xóchitl Liviere Reynoso Zamora, directora general de Agaves de Origen, S.A. de C.V., y actual presidenta de Mujeres Empresarias de Agave Mezcal de Jalisco, comparte su historia personal inmersa en el mundo del mezcal.
Por Alfredo Espinola
En mis inicios en este mundo del agave, fui restaurantera con comedores industriales, primero en la Ciudad de México, después en varios aeropuertos, como Colima, Guanajuato y Puerto Vallarta, Jalisco, donde también tuve un Snack Bar.
En esa época (1991) la calidad de los tequilas estaba cambiando, mejorando, y había mucho interés en el mercado nacional e internacional. Comencé a interesarme por conocer todo lo relacionado con el sector de los Agaveros, tanto sus procesos como su comercialización.
Visité fábricas de tequila para conocer sus procesos. Encontré un mentor: El Sr. Antonio Nuñez, propietario de Tequila El Viejito, me llevó de la mano para enseñarme sus procesos. Su tequila era uno de los cinco mejores del mercado. Trabajé allí y ayudé a desarrollar algunas de sus marcas, como Tequila Mi Viejo, XR Azul y Querido Viejo.
Aprendí mucho sobre el agave durante ese tiempo, y me formaron como catador. Pero fue muy difícil, ya que fui una de las primeras mujeres en la industria del agave. Era una industria dominada por los hombres; recuerdo que en una comida de la industria tequilera me pidieron amablemente que me marchara, pues no se sentían cómodos con mi presencia.
Afortunadamente, siempre pude mirar a mi madre como ejemplo de mujer fuerte. Ella sólo terminó el tercer año de primaria y crió a seis hijos con veinte pesos en la bolsa y tres meses de renta por pagar. Siempre digo, si ella pudo hacerlo, ¿por qué yo no? Las mujeres siempre tienen una fuerza interior extraordinaria que muchas veces no se dan cuenta de que tienen.
Hace unos 15 años empecé mi propio negocio, centrado en el mezcal. Me enamoré de sus procesos y me di cuenta de que el tequila es hijo del mezcal, las raíces son del mezcal, ya que antes el tequila se llamaba tequila vino de mezcal. Mi primera marca fue Caballo Viejo, y sigue siendo mi marca estrella tanto en tequila como en mezcal.
Además de Caballo Viejo, ahora producimos varias marcas de mezcales, raicillas y otros productos de agave, como los mezcales Buen Año, Masparillo y Monte Luna; las raicillas Delicada Flor del Alma, Don Mariano, Monte Marea, Real Roque y Xanan; y las marcas de crema, licor y sangrita Divina Patrona y Fiesta Mexicana.
Las elaboramos en dos tipos de fábricas, una artesanal y otra ancestral. Por ejemplo, Caballo Viejo se hace en la fábrica artesanal, y Masparillo en la fábrica ancestral. El equipo de la fábrica ancestral incluye hornos, tinas de madera para la fermentación, ollas de destilación de barro y molinos de piedra. Nos aseguramos de que el agave sea 100% silvestre. Es endémico de la región y crece de forma natural; a veces se encuentra en lugares muy escarpados y las bolas de maguey se bajan en mulas.
En Estados Unidos, nuestro mezcal Caballo Viejo ha tenido muy buena aceptación. Es un producto muy agradable al paladar, no es agresivo, al contrario, es noble y suave. Nuestro mezcal reposado se envejece durante nueve meses en barricas de roble blanco, en las que antiguamente reposaba el whisky en Canadá, lo que le da un aroma ligeramente a roble. Su sabor es equilibrado y provoca una agradable sensación en el paladar.
Además de a Estados Unidos, mi mezcal se exporta a Australia y Colombia, y estamos a punto de abrir el comercio en España e Inglaterra.
Este año estamos innovando con un gran producto llamado "Canta mi Rito". Es un auténtico cantarito de barro sin plomo, con un envase en su interior que contiene cítricos y mezcal. Tiene un delicioso sabor fresco y natural. Creemos que tendrá éxito en el mercado nacional y extranjero, ya que es innovador y nostálgico, y 100 por ciento jalisciense.
Me siento honrado de haber alcanzado estas metas y logros durante mi carrera. A veces no me creo que haya llegado tan lejos y superado tantas dificultades.
Mis tres hijos y ahora mi nieta Valentina siempre han sido mis grandes pilares, han sido mi motor para superar retos. Podría decir que prácticamente bañé a mis hijos en tequila, lograron estudiar en sus universidades gracias al trabajo y esfuerzo del tequila y el mezcal.
A pesar de los obstáculos, esta industria me ha dado muchos momentos de satisfacción. Estoy orgullosa de contribuir a la sociedad, y espero poder inspirar a otras mujeres para que alcancen sus metas.
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