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Por Alfredo Espinola
La gastronomía oaxaqueña es reconocida a nivel mundial por la diversidad de sabores e ingredientes que componen sus platillos y que acompañan sus costumbres y tradiciones; por ello, el arte culinario de origen oaxaqueño es considerado patrimonio cultural de la humanidad.
Para deleite de los habitantes y visitantes de la Ciudad de México, podemos encontrar un rincón de Oaxaca en el restaurante La Nueva Guelaguetza. Tuvimos el gusto de platicar con Manuel Alejandro Maldonado Flores, uno de los socios del establecimiento, quien nos platicó un poco de la historia del restaurante.
La Nueva Guelaguetza se fundó hace 65 años; los responsables fueron sus abuelos, Diodoro Maldonado Colmenares y su señora esposa Olga de los Santos, originarios de Tlacolula Matamoros. Siempre juntos, iniciaron con la venta de productos oaxaqueños casa por casa, que posteriormente derivó en la apertura de una fonda que ofrecía comida típica de Oaxaca. El éxito del sazón y las recetas de doña Olga de los Santos, se tradujo en la apertura de un restaurante que llevó por nombre El Cielo Oaxaqueño.
El año de 1985 estuvo marcado por el terremoto que azotó la Ciudad de México, en el que muchos establecimientos emblemáticos de la ciudad se perdieron, entre ellos, El Cielo Oaxaqueño. Don Diodoro, sin perder su sueño y mostrando una gran resiliencia, a fuerza de trabajo adquirió otra propiedad, dándole vida a La Guelaguetza, que, en un sentido literal, solo cambio su nombre porque sus sabores y su historia siguió siendo la misma.
Al fallecer Don Diodoro y posteriormente su señora esposa Doña Olga dejaron al frente a sus hijos que a su vez, al jubilarse decidieron vender la propiedad heredando el legado gastronómico a sus nietos y sobrino Manuel Alejandro Maldonado Flores, Luis Enrique Maldonado Cano y Lauro Guzmán de los Santos, quienes iniciaron, como su abuelo, desde abajo, creando La Nueva Guelaguetza, como hoy en día se le conoce.
El legado continúa
Manuel Alejandro junto con sus socios continúan con la tradición familiar, ofreciendo a sus comensales sus platillos con las recetas originales, pero con un toque de modernismo en el emplatado y construyendo una atmósfera con la decoración, que te transportan al estado de Oaxaca.
La nueva Guelaguetza, es un restaurante con instalaciones muy reconfortantes, una atención cálida por parte de su personal y una comida que satisface a los paladares más exigentes.
Pero no todo es color de rosa, La Nueva Guelaguetza, como todo el mundo, sufrió los embates de la pandemia, lo cual, obligó a buscar nuevas formas de seguir en pie, para esas fechas las aplicaciones de servicio a domicilio era una opción, sin embargo, por el tipo de comida se recibían muchas quejas de sus clientes, ya que, “llegaba toda revuelta”, por lo cual, decidieron crear un grupo de whatsapp con los clientes frecuentes y aquellos que desearan el servicio, de esa forma, tanto los socios como algunos empleados hacían las entregas directamente utilizando sus propios automóviles; de igual forma, el servicio en el restaurante se redujo a cinco mesas y con un sistema de citas por horarios, es decir, que la gente llegaba, comía y al terminar inmediatamente se retiraba, evitando la sobre mesa y dando paso a otro comensal; de esa forma se mantuvieron a flote. “De nosotros dependen las familias de los empleados que tenemos y es por ello que implementamos este sistema”, comenta Manuel Alejandro socio de la Nueva Guelaguetza.
¿Por qué visitar La Nueva Guelaguetza?
A lo largo de 65 años de existencia, se ha creado un vínculo con los clientes, a los cuales, se les considera como amigos. Muchos visitantes asiduos llegaban con sus hijos, y hoy en día, esos niños, son los que lo visitan con sus nuevas generaciones.
Degustar sus platillos de tradición, preparados con materia prima traída desde Oaxaca; saborear las recetas de “Doña Olga” con ese toque de origen, es un verdadero placer.
En tu visita, podrás disfrutar su platillo estrella, el mole negro; así como, chapulines, tlayudas, guacamole, chorizo oaxaqueño, tazajo, cecina de cerdo enchilada; o bien, puedes beber un mezcal acompañado de sal de gusano de fabricación propia, un coctel de Donaji, (Nombre de una princesa oaxaqueña), o saborear una deliciosa agua de horchata con nieve de mamey, nieve de coco, de fresa o de tuna roja, adicionalmente, los fines de semana podrás encontrar un delicioso bufete.
Hoy en día, La Nueva Guelaguetza cuenta con dos sucursales y con planes de expandirse, pero siempre conservado su esencia y su sabor tan típico de la gastronomía oaxaqueña.
EL DATO: El término Guelaguetza, se deriva del vocablo zapoteco guendalezaa que significa “ofrenda, presente o cumplimiento”. Es una de las tradiciones con más popularidad en el estado de Oaxaca que se celebra, año con año, en el mes de julio, con bailes tradicionales, espectáculos, eventos culturales y deportivos.
Alfredo Espinola es nuestro representante en la Ciudad de México, alfredo@elrestaurante.com