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Por Maximiliano D'Onofrio
Irena Stein dejó Venezuela en 1980 para mudarse a Estados Unidos. Y si bien siempre trabajó vinculada a sus raíces, el reciente éxodo masivo de venezolanos la llevó a escribir Arepa, un meticuloso recetario en inglés sobre esta pieza culinaria que, según ella misma, sufrirá una expansión masiva en los próximos años.
Las condiciones políticas y socioeconómicas hicieron que alrededor de 7 millones de personas emigraran de Venezuela durante los últimos dos lustros. Y como en cada movimiento migratorio, quienes dejan su tierra se llevan consigo sus rasgos culturales.
Semejante suceso despertó en Irena la necesidad de aportar sus conocimientos para que “cada venezolano que anda por ahí, tratando de encontrar harina P.A.N., tenga acceso a un bello catálogo de recetas sobre esta comida, el pan cotidiano de Venezuela”.
Su perfil activista y socialmente sensible, pero también de persona vinculada por años al mundo gastronómico (es dueña de Alma Cocina Latina), la lleva a destacar dos cuestiones sobre este hecho en su país de origen: el contundente número de emigrados repercutirá linealmente en la expansión de las arepas alrededor del planeta y, a su vez, estos encontrarán en la producción de esta comida un primer paso para la generación de ingresos, “ya que a veces puedes ser médico, zapatero o lo que sea, pero primero deberás validar permisos y licencias para trabajar en ello”.
“Miles de excelentes chefs venezolanos han comenzado a regar esta comida por el mundo, y sinceramente creo que las arepas son el nuevo taco, que de un tiempo a esta parte se adoptó globalmente; por eso el libro está escrito en inglés. La harina P.A.N. ahora se vende en 90 países, es una locura”, subraya.
Irena inició su obra (que está en disponible en reserva anticipada y saldrá a la luz el 18 de julio) en el año 2018. Se juntó en Barcelona con Eduardo Egui, el chef creador de las arepas del libro, y viajaron a su país natal para recopilar información, recetas, tomar fotografías y darle inicio a este “justo y hermoso homenaje”.
“El libro tendrá 50 recetas, desde fáciles hasta más elaboradas, incluye nuestra filosofía y está dedicado a esos migrantes refugiados por todo el mundo que se establecen en nuevas culturas. Las arepas son un símbolo cultural nuestro y recientemente se están transformando también en parte de la alta cocina”, sostiene.
“Es una invitación a que la gente haga arepas en su casa, con su familia y con lo que tengan en la heladera. Es la casa del venezolano entrando a la de todos. Es una comida económica y muy versátil, ya que le puedes poner cualquier cosa y siempre será deliciosa”.
Stein comenta que ella ve dos claras tendencias que ganarán terreno en la gastronomía a futuro: la comida asiática y la latina. “El sabor es todo. La gente sabe algo de la comida peruana, algo de brasileña, pero aun así queda lugar para la expansión”.
En este sentido, destaca que el fin de su actual restaurante, Alma Comida Latina, siempre ha sido profundizar sobre la riqueza culinaria de esta parte del globo. Por esta razón “el espacio, la decoración, la comida, la música y la calidad humana tienen un por qué. Entras y vas a aprender algo seguro, la comida es la embajadora de nuestra cultura”.
Y como complemento perfecto para este objetivo, la fotógrafa acompañará el lanzamiento de su libro con la apertura de Candela Arepa Bar durante el próximo otoño.
“Será un lugar bellísimo, caribeño, basado en las recetas del libro. Todas las semanas va a haber una arepa especial. Habrá vegetarianas, veganas, de carne. Y estará ubicado en Station North Art District, un lugar con cine, teatro, sinfónica, clubes nocturnos, cercano a la Universidad de Baltimore. Es el lugar perfecto para la arepa, porque se come a cualquier hora y circunstancia”, sostiene.
La misión de Irena permanece intacta. Su sangre venezolana y los valores intrínsecos de su cultura han permanecido inalterados durante estos años en Estados Unidos, así como los principios que encarnan comidas como la arepa: “son democráticas, sencillas, no importa si estás de traje o quien seas, y ese quiero que sea el lector de mi libro, alguien que quiere disfrutar de los sabores y nada más”.