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Por Natalia Otero
Como miles de cubanos, Edirberto Ávila salió de Cuba en busca de un futuro mejor. Trabajó en la construcción y en restaurantes mexicanos, y en 2019 abrió su propio restaurante, Tacos los Amigos, en Kentucky. En agosto abrió una nueva versión en Wichita, Kansas, y ha añadido los sabores de su querida comida cubana.
“Traigo las raíces de la cocina cubana en la sangre. Le puse Los Amigos porque es un nombre sugerente, debido a que todos los suramericanos, centroamericanos y norteamericanos somos amigos”, cuenta, entusiasmado con su negocio.
Al planificar su nuevo local, buscó la opción más económica y optó por un camión de comida. Durante la semana sirve una amplia gama de tacos mexicanos y especialidades cubanas como la Torta Cubano y la Minuta de Pescado, pero los sábados por la mañana enciende un fuego de leña al aire libre y asa lentamente un cerdo. Cuando la carne está blanda y la piel crujiente, abre el local para servir tacos mexicanos con toques cubanos.
“Ponemos leña y le damos vuelta sobre el fuego durante cinco o seis horas hasta que quede doradito y la carne blandita con un gusto natural. Lo servimos con Congri, que son unos fríjoles con arroz a los que se les agrega condimentos y carne de cerdo bien picada, como chicharrones o bacon. Es un plato típico del oriente de Cuba y algo novedoso para los norteamericanos, que sabe muy bien”, explica. “Lo sirvo con yuca y lo cubro con un mojo cubano que está hecho de ajo, cebolla blanca y morada y zomo de limón. Eso es lo que hace de estos tacos, la fusión perfecta con una receta auténticamente cubana”.
Dice que el asado de cerdo del sábado «une a las razas», ya que sus clientes son un grupo diverso.
“Para algunas personas es algo insólito, nunca antes visto. Cuando llegan los mexicanos preguntan por los clásicos Tacos Los Amigos en los que yo servía comida mexicana, yo les ofrezco tacos de carne de cerdo asada a lo cubano, y quedan completamente maravillados cuando sienten el gusto de la tortilla de maíz recién hecha a mano, junto con la carne de marrano asada con la piel tostada, cebolla, cilantro acompañado del rábano y la salsa verde picante, WOW, es algo espectacular”, comenta.
Como el asado de cerdo es al aire libre, los clientes pasan un rato agradable y no tienen que esperar en una mesa. El ambiente crea una atmósfera amistosa entre los comensales, afirma.
“Sé que es algo novedoso porque estamos agregando la comida cubana, pero sí veo que el resultado de unión de culturas es muy bonito. El mayor reto fue la inseguridad de no saber si iba o no a gustar, no estábamos seguros de que si aceptarían la comida mexicana preparada por un cubano. Pero, todo ha sido maravilloso, hemos tenido un buen comienzo, no es una fortuna lo que hemos ganado pero, bueno, poco a poco hemos ido creciendo, y lo más grande es saber que al público le gusta el menú y la comida cubana, y que les gusta como yo la preparo.”
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