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Por Natalia Otero
Un día de 2018, Alejandra De la Fuente llegó a su puesto de comida mexicana en el Mercado Público de Lenexa, en Kansas City, y descubrió una larga cola esperándola. ¿Por qué? ¡La revista Food & Wine acababa de nombrar su puesto la fuente de los mejores burritos de Kansas!
Seis años después, De la Fuente ha transformado el éxito de su puesto, Red Kitchen, en un restaurante físico, Cien Por Ciento Mexicana. El nuevo local abrió a principios de este mes en el centro de Overland Park, Kansas.
Orígenes en Ciudad de México
De la Fuente creció en una familia apasionada por la cocina. Nació en Ciudad de México y creció en Guadalajara. Aunque ninguno de sus familiares se dedicó al negocio de la restauración, el amor por la buena comida siempre estuvo presente en su madre, su padre y sus tías.
Cuando llegaba de la escuela se apuraban a preparar meriendas exquisitas. El padre se tomaba los domingo para cocinar chilaquiles con tortilla y huevos con salsa verde y chicharrón, que su hija hoy prepara en su honor. La madre, Amalia, cocinaba un estofado de conejo, la primera receta que aprendió a hacer De la Fuente. Es ella quien la que le ha enseñado recetas y la ha acompañado en todo este proceso.
Como buena latinoamericana, su casa siempre estuvo abierta de par en par, y para todo aquel que la visitara, había comida. Es una tradición que ha mantenido hasta hoy en día, y como dice ella: “Si toca echarle más agua a los frijoles para que todo el mundo coma, se hace”.
En 2016 De la Fuente estaba casada y vivía en Estados Unidos. Su familia insistió en que cocinara tamales, porque todos echaban de menos el sabor de casa. Aunque De la Fuente nunca había cocinado tamales, los probó y a todos les encantaron. Decidió hacer encargos de tamales a sus amigos durante las Navidades de ese año. Tuvo tanto éxito que volvió a hacerlo para la Super Bowl.
Eso la llevó a su primer negocio formal de comida, el puesto de comida Red Kitchen. “Instalé el negocio en el Public Market de la ciudad, y me llevé 900 tamales: se vendieron en 45 minutos, ni una hora duraron", recuerda.
El negocio creció tanto y tan rápido que De la Fuente tuvo que dimitir del banco donde trabajaba y se dedicó a la preparación de tamales y otras especialidades mexicanas. Cuando, dos años después, le concedieron el premio Food & Wine, el negocio se disparó.
Necesitaba un cambio
Con el tiempo, De la Fuente quiso dar otro paso adelante, y el restaurante de ladrillo y mortero le está dando esa oportunidad. El último martes de diciembre, hizo su último Taco Tuesday con Red Kitchen, cerrando esta parte de su vida con broche de oro.
“Sentía que era rutina, ya no era lo mismo. Necesitaba ese cambio. La idea del Public Market es tener un lugar para empezar, yo ya lo hice, inspiré y ya estoy lista para volar”, dice. “Si no te rindes, te llega tu momento”.
De la Fuente cuenta ahora con un equipo de personas que la ayudan en la cocina y en la comercialización del negocio. Y su madre, que siempre ha estado a su lado, está presente y se dedica a regar las plantas.
El restaurante tiene una buganvilla que representa la flor de su tierra natal, un cuadro de Frida Kahlo, libros de escritores mexicanos y buena comida. Los burritos de desayuno siguen siendo uno de los platos favoritos, pero De la Fuente también sirve pozole en platos traídos de México, chilaquiles y tortillas hechas a mano por un compatriota y colocadas en cestas artesanales.
Informa de que clientes antiguos y nuevos han acudido a Cien Por Ciento Mexicana para probar la comida.
“Vendo comida mexicana y es lo que quiero mostrarle a la gente lo que a mí me antoja ir a comerme allá. Es lo que me saboreo mientras que estoy acá: mis antojitos, con lo que yo crecí”.
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