El arte de la financiación:
Estudie todas las opciones cuando busque préstamo
Por Ed Avis
Hace unos dos años, John y Alma Ramírez necesitaban $25,000 para renovar dos de los locales de Los Lupes, una cadena de seis restaurantes mexicanos que la madre de John abrió en 1972.
Los dos establecimientos de su propiedad, situados en Duncanville y Cedar Hill (Texas), tienen buena liquidez. Pero como los ingresos no son los mismos cada semana, la pareja quiere una opción de financiación con condiciones flexibles de devolución.
Han considerado varias opciones y finalmente se han decidido por un préstamo de Capital Retail Solutions. ¿Por qué? Porque la devolución del préstamo se hizo a través de las ventas con tarjeta de crédito de Los Lupes. Cada vez que sumaban el dinero de las ventas diarias, un porcentaje se dedicaba al préstamo.
“Si no haces muchas ventas en un día, no pones mucho ese día”, explica Alma. “Por eso nos decidimos por ellos”. En seis meses, el préstamo estaba pagado.
Aunque esa solución era adecuada para los Ramírez, a veces no es la mejor para otros restaurantes. Con la lenta recuperación de la recesión económica, las opciones de financiación también aumentan poco a poco.
Familia y amigos, la opción predominante
“Todo el mundo piensa que simplemente hay que ir al banco y que te den un préstamo para abrir un restaurante”, señala John Hamburger, editor de Restaurant Finance Monitor. “Eso es cierto, pero sólo con los operadores de múltiples establecimientos y con las franquicias. No sucede con alguien que quiere abrir un bistro”.
Pedir prestado a familia y amigos sigue siendo el método más común de financiación para pequeños operadores que quieren abrir un nuevo restaurante o hacer renovaciones, asegura Hamburger. Una opción similar es pedir a clientes que participen en el negocio.
“He visto casos en los que un cocinero con una cierta clientela decide abrir su propio restaurante y se reúne con algunos clientes adinerados para abrirlo”, dice Hamburger.
Pedir ayuda al propietario del local donde se encuentra el restaurante es otra forma de hacerlo. Por ejemplo, un propietario de local deseoso de conseguir un nuevo inquilino podría pagar una renovación, permitiendo que el dueño del restaurante ahorre dinero para otras cosas.
Adelanto de dinero al comerciante
Una de las formas más caras de obtener financiación rápida es a través de adelantos de dinero al comerciante, que es un préstamo sobre los futuros ingresos por compras con tarjetas de crédito. Las firmas que adelantan dinero en efectivo a comerciantes ofrecen préstamos a operadores aunque su crédito no sea el mejor, y normalmente deducen los pagos directamente de las ventas con tarjetas de crédito.
El cargo que se cobra por el dinero prestado se agrega a la cantidad del préstamo al principio, por lo tanto la tasa de interés verdadera depende del cargo y del plazo de devolución. Por ejemplo, el cargo típico de un préstamo de adelanto de efectivo de $30,000 para un operador puede ser de $7,500. Si el plazo de devolución del préstamo es de seis meses, la tasa anual de interés resultante es del 90 por ciento, mucho más que el préstamo de un banco, explica Hamburger en su artículo de Restaurant Finance Monitor.
“Es ridículamente caro”, dice Hamburger. “Y si se usa para pagar nóminas, ya puede olvidarse. Pero si puede hacer algo con ese dinero que genere muchos más ingresos, entonces podría resultar”.
Opciones híbridas
Una opción que se encuentra entre el adelanto de efectivo al operador y el típico préstamo bancario es lo que los Ramírez hicieron a través de Capital Retail Solutions. A diferencia de los adelanto de efectivo al comerciante, estos préstamos híbridos se ofrecen a compañías que tienen buen crédito, si bien no es necesario que tengan un crédito perfecto.
“Muchos restaurantes saben cómo cocinar, pero no saben llevar sus cuentas”, señala Wayne Bybee, presidente de Capital Retail Solutions. “Nosotros hacemos un análisis del negocio y les ponemos en un programa que puedan afrontar”.
La firma de Bybee requiere que la compañía lleve en el negocio al menos dos años y que tenga unas ventas de al menos $15,000 al mes, además de cumplir otros criterios de crédito. A cambio de estos requisitos tan estrictos, las tasas de interés son significativamente menores que las asociadas con los adelantos de efectivo a comerciantes.
Por ejemplo, un préstamo no garantizado de $10,000 de Capital Retail Solutions normalmente cuesta a un restaurante $1,670 a lo largo de un año, más $495 de cargo por apertura del préstamo que se deducen de la cantidad inicial del préstamo. Eso resulta en una tasa anual de interés del 22.8 por ciento, que es más alta que la de un préstamo bancario, pero mucho más baja que el adelanto de efectivo para comerciantes.
Alquiler y financiación de equipo
Si busca dinero para adquirir un equipo específico, considere las opciones de alquiler con opción de compra o financiación del fabricante. Muchos fabricantes ofrecen financiación con términos razonables, porque les ayuda a vender más productos.
Hay otras compañías que ofrecen alquiler con opción de compra. Las máquinas de hacer hielo, por ejemplo, se pueden alquilar con opción de compra, y muchos restaurantes piensan que esta es una opción atractiva. Pero los precios que cobran las empresas de alquiler con opción de compra a largo plazo pueden resultar altos.
“Hay que tener mucho cuidado porque puede resultar muy caro si no sabe lo que hace”, explica Hamburger. “En un alquiler con opción de compra puede acabar pagando el doble”.
Préstamos bancarios
Las mejores tasas de interés son las de los préstamos bancarios tradicionales. Los propietarios de franquicias y los de restaurantes independientes de múltiples unidades, normalmente tienen mayores posibilidades de obtener financiación de un banco que los pequeños negocios independientes.
“Creo que los propietarios de franquicias son un poco más sofisticados en su administración y capacidad de obtener crédito”, dice Joseph Hansen, vicepresidente experto de Bank of the West, con sede en Grapevine (Texas). “Eso no quiere decir que los pequeños [operadores] no vayan a tener acceso a crédito haciendo una buena presentación”.
Hansen asegura que al evaluar las solicitudes de préstamos de los restaurantes, los bancos buscan planes comerciales sólidos, un buen historial de flujo de efectivo y garantías de respaldo.
También son importantes los menús que tienen en cuenta el control de costos y el mercadeo. “Invertir en la creación de menús puede dar [al restaurante] capacidad para administrar tanto los esfuerzos de mercadeo como sus controles de costo, alterando los ingredientes de los menús para afrontar cambios de precio significativos”, indica Hansen.
Existen muchas opciones de financiación para restaurantes mexicanos, pero la clave para evaluar cualquier opción de crédito es asegurarse de que usted finalmente ganará más con el dinero prestado que lo que gastará en devolver el dinero.
SIDEBAR:
¿Qué tasa de interés estoy pagando realmente?
Puede ser difícil comparar las tasas de interés de diferentes préstamos, porque los cargos y los términos de devolución varían mucho. Y muchas instituciones de préstamo no quieren que los propietarios de los restaurantes sepan cuánto están pagando realmente en intereses, y por lo tanto no se lo facilitan.
Pero es importante que sepa la tasa anual de interés que realmente está pagando. Para conocer la tasa, empiece por el pago que el acreedor indica que usted debe pagar. Multiplíquelo por el número total de pagos que tendrá que hacer para calcular el total que debe devolver. Reste a esa cantidad el préstamo original para calcular la cantidad total de interés que acabará pagando. Divida eso entre la cantidad del préstamo original y luego divídalo entre el número de años que tendrá para devolver el préstamo. Así obtendrá la tasa anual simple de interés.
Aquí tiene un ejemplo. Juanita necesita $50,000 para renovar su restaurante. El acreedor le da el dinero y le pide que haga pagos semanales de $1,100 durante 52 semanas (un año). Multiplique 52 por $1,100 y obtendrá $57,200. Reste la cantidad original del préstamo ($50,000) y resultará $7,200. Divida $7,200 entre $50,000 y obtendrá 0.144. Ella tiene exactamente un año para pagar el préstamo, por lo tanto divida entre 1, lo cual resulta de nuevo en 0.144. Eso significa un porcentaje del 14.4. Esa es la tasa de interés anual simple que Juanita pagará por su préstamo.
Ahora, Sam necesita $50,000 para renovar su restaurante. Un acreedor diferente le da el dinero y le pide que haga pagos semanales de $2,200 durante 26 semanas (medio año). Si Sam hace los 26 pagos, pagará el mismo total que Juanita ($57,200) y la misma cantidad de intereses ($7,200). Divídalo entre la cantidad original del préstamo y obtendrá 0.144. Pero Sam tendrá que hacer sus pagos en solo 6 meses. Divida 0.144 entre 0.5 (porque 6 meses es medio año) y resultará en 0.288, lo cual significa un porcentaje de interés del 28.8 por ciento. Sam pagará el doble de tasa de interés que Juanita.
Este cálculo no tiene en cuenta intereses compuestos ni cargos, que podrían aumentar significativamente la tasa de interés real. Pero si aplica los mismos cálculos a todos los préstamos que le ofrezcan, podrá hacer una buena comparación.