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Por Natalia Otero
Empezar un negocio es dar un salto al vacío: se invierte patrimonio, no se sabe cómo van a responder los clientes; hay nervios, hay ansiedad…pero, sobre todo, está la esperanza de que lo que se ofrece será exitoso. Empezar un negocio y hacerlo crecer requiere de convicción y seguridad, así como de estrategias.
Después de trece años de arduo trabajo y experiencia trabajando para la cadena de restaurantes La Parilla, en 2010, Diego Velásquez se sintió listo para tomar el riesgo y lanzar su propio negocio.
El resultado: “La mejor decisión de mi vida”, según dice, emocionando y orgulloso de lo que ha construido.
En 15 años ha abierto cinco sucursales de Tacos y Tequilas Mexican Grill, restaurante de comida mexicana elevada; dos de Azotea Cantina, inspirado en la vibrante Ciudad de México, y Bonanza, un exitoso negocio de catering.
Para estructurar la compañía de manera organizacional y administrativa, y siguiendo su mentalidad de empresario, Velásquez formó Bonanza Hospitality, una compañía holding, o empresa matriz, que funciona como una sombrilla bajo la que Tacos and Tequilas Mexican Grill, Azotea Cantina y la compañía de cátering funcionan.
La abuela sabe más
Velásquez nació en Pereira, Colombia, en una familia matriarcal. Su padre murió cuando él tenía dos años, y tenía 4 hermanas mayores. Su abuela y madre lo criaron y de ellas aprendió a ser negociante.
Su abuela era negociante y les inculcó la mente ganadora y exitosa a la que debe estar sintonizado un empresario. Además, le enseñó a cocinar tamales, bandeja paisa y sancocho, platos típicos de Colombia.
Siguiendo los pasos de su abuela, y buscando crecer en oportunidades, decidió mudarse a Estados Unidos. Hace más de 30 años llegó al país norteamericano y estudió Biología Marina en Nueva Jersey. Pero, en sus venas corría la sangre negociante, por lo que decidió alejarse de la ciencia y dedicarse a los negocios.
En 1996 se mudó a Atlanta, Georgia, en donde trabajó en La Parrilla. Según cuenta, su creatividad ayudó a que creciera el negocio, abriendo varios locales. Pasó por todos los puestos, como mesero, bar tender, manager, district manager y administró el grupo de restaurantes.
En 2010, cuando sus dos hijas estaban pequeñas, y su esposa, la venezolana, Beatriz Velásquez, se dedicó a criarlas, supo que era el momento de independizarse.
“Llegó el momento en que dije: ya es hora de no ser más empleado. Supe que era el momento de tomar el riesgo. Quizás fue el síndrome de los 40 que lo pone a uno a pensar que toca hacer algo. Y, era importante darles ese ejemplo a mis hijas”.
Decidió abrir, a pesar del alto riesgo: “tenía pocos fondos y mi esposa no trabajaba pues estaba con mis hijas. Mi familia entera dependía de mí. Además, era un tiempo difícil tras la crisis inmobiliaria de 2008”, dice.
“De todas formas, como ya había aprendido lo suficiente, decidí correr el riesgo. Para empezar y tomar el riesgo, al menos hay que conocer lo que se hace. Pero, tomar el riesgo”.
Aunque los platos de su casa eran los platos típicos paisas de Colombia, Velásquez vio que en la comida mexicana había varias similitudes a la colombiana y era una buena oportunidad de negocio.
Velásquez, desde entonces, se enfocó en invertir, en conocer a sus clientes y hacerlos sentir importante. Se preocupó por conocer a cada uno que entrase a su restaurante. Procuró aprenderse los nombres de todos, sus preferencias y horarios. Así fue construyendo su clientela, un restaurante de barrio, de comunidad. Entonces, creó esa conexión.
“No hay música más linda que oír el nombre de uno. Hoy, 15 años después, me acuerdo de esa gente que me apoyó en ese momento”, comenta Velásquez.
Al principio, se sacrifica mucho tiempo, eso es importante que todo emprender lo sepa y esté dispuesto a hacerlo. Se sacrifica tiempo y se tienen altos niveles de emoción que hay que dejar ser, pues son normales.
“Yo llegaba a las 8 am y salía a las 11 pm, y tenía mis hijas pequeñas. Así que sacrifiqué tiempo con mi familia. Por eso, decidió abrir otro restaurante, para poder sacar tiempo y delegar”.
Así, fue abriendo uno a uno hasta tener las tres ramas de negocio que tiene hoy bajo el grupo Bonanza Hospitality.
Sé que lo que pienso es lo que atraigo
“Para ser un buen líder, se tiene que saber a quién delegas. No apuntar con el dedo, sino comprender las necesidades de cada trabajador. Tener gente alegre alrededor de uno es importante y crea un sentido de pertenencia”, comenta.
Para invertir se apoyó en los préstamos SBA, en las subvenciones del gobierno. Y fue creciendo.
“El riesgo cuando se abre un restaurante sólo es mucho mayor porque monetariamente uno está sólo. Así como el beneficio es poder tomar decisiones solo, sin depende de otra persona. Para mí es importante porque puedo ser creativo con lo mío”.
Este mes, Azotea Cantina abrió su segunda locación, esta vez en Roswell. Ahora tienen en Atlanta y Roswell. El lugar es como transportarte a Ciudad de México: tiene un patio, coloridos murales pintados a mano y, como los clásicos bailes mexicanos, cuenta con un escenario en el que hay presentaciones con música en vivo cada semana.
En Azotea Cantina hay un chef mexicano que hace las propuestas innovadoras. Ya tienen la sazón, pero le interesa abrirse a una novedad de técnicas modernas.
“Esta fue, sin duda, la mejor decisión de mi vida. Eso siempre le inculco a mis niñas: no les de miedo, del fracaso también se aprende. Cuando yo abro un negocio entro con la mentalidad: va a ser exitoso. Sé que lo que pienso es lo que atraigo”.
RECETA: Tacos de Carne Asada
Aquí, Velásquez comparte la receta de uno de los platos más populares de su restaurante.
Rinde: 4 porciones (aprox. 8–10 tacos)Tiempo de marinado: 4–24 horasTiempo de cocción: ~10 minutos
Ingredientes:
Para el marinado:
- 680 g (1½ lb) de falda (flank) o arrachera (skirt steak)
- ¼ taza de jugo de naranja
- 2 cucharadas de jugo de lima (aprox. 1 lima)
- 2 cucharadas de salsa de soya
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 3 dientes de ajo, picados
- 1 jalapeño, picado (opcional)
- 1 cucharada de cilantro picado (opcional)
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de chile en polvo o chile ancho en polvo
- 1 cucharadita de sal gruesa (kosher)
- ½ cucharadita de pimienta negra
Para los tacos:
- 8–10 tortillas de maíz
- ½ taza de cebolla blanca picada
- ½ taza de cilantro fresco picado
- Gajos de lima
- Salsa al gusto (opcional: salsa verde o roja)
- Opcional: rebanadas de aguacate, queso cotija desmoronado
Instrucciones:
Marinar la carne:
- En un bol o bolsa con cierre, combina todos los ingredientes del marinado y mezcla bien.
- Añade la carne, asegurándote de cubrirla bien. Marina en el refrigerador al menos 4 horas, idealmente toda la noche.
Asar o sellar en sartén:
- Calienta una parrilla o sartén de hierro a fuego alto.
- Saca la carne del marinado, sécala ligeramente y cocínala 3–5 minutos por lado (dependiendo del grosor) hasta término medio o al gusto.
- Deja reposar 5–10 minutos, luego corta en tiras finas contra la fibra.
Calentar las tortillas:
- Calienta las tortillas en una sartén seca o directamente sobre la llama hasta que estén suaves y ligeramente tostadas.
Armar los tacos:
- Llena cada tortilla con rebanadas de carne asada.
- Añade cebolla picada, cilantro y un chorrito de lima.
- Si quieres, agrega salsa, aguacate o queso cotija.
Consejos Pro:
✅ Falda vs. arrachera: La arrachera tiene más sabor, la falda es más magra—ambas funcionan bien.
✅ No te saltes el reposo: Dejar reposar la carne después de cocinarla mantiene los jugos.
✅ Duplica la receta: Perfecta para sobras o preparación de comidas anticipadas.
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