Jorge Rennella, escribió.
La actual administración del gobierno de Estados Unidos (EEUU) anunció, el 8 de enero, que termina el Permiso Provisional de Residencia -Temporary Protected Status- para aproximadamente 200.000 salvadoreños, quienes han vivido en el país desde el 2001, dándoles una fecha limité hasta septiembre 9, 2019, para que obtengan un nuevo permiso de trabajo, reorganicen su situación, regresen a su país, o se enfrenten a la deportación.
El Estatus Temporal de Protección (TPS) fue otorgado a raíz de un terremoto que causó la pérdida de un alto número de vidas y fuertes estragos en la infraestructura y economía de El Salvador, lo cual permitió a muchos salvadoreños, trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos, cambiando sus vidas, ayudando a su país con las remesas, creando nuevos negocios aquí y generando con su cultura y alegría, nuevos colores en el arco iris cultural estadounidense y un nuevo desarrollo económico entre las minorías.
Hilcia García, Dueña y Manager de El Salvador Restaurant, en Irving, Texas, un negocio que da empleo a siete personas, con respecto a la decisión sobre el TPS tomada por la actual administración, dijo “no es una buena decisión la tomada por este gobierno. Se merecen otra oportunidad. Yo pienso, así como está la situación en El Salvador, es hasta inhumano enviar a toda esta gente allá, donde no hay trabajo, pero sí mucha violencia. ¿De qué van a vivir allá? Aquí ya tienen su negocio, trabajo, casa, su vida, todo”.
“Es bien difícil conseguir gente para trabajar en el restaurante, y esta decisión nos podría causar problemas porque la mano de obra es salvadoreña y además nuestros trabajadores conocen la comida y cultura. Si un empleado se va, se nos dificultará encontrar trabajadores salvadoreños. Sin embargo, debemos tomar todo con calma. No sé, quizá podría decir que esto es más político que cualquier otra cosa; al final espero, primero Dios, que les terminen dando algo -solución a los salvadoreños-”, expresó García.
“El gobierno de El Salvador debería hacer algo y negociar, así como México está haciendo con el muro, tratado y las deportaciones de mexicanos; México está negociando; México dijo que, si EEUU no colabora, no los ayudaría a controlar la migración que entra por México a EEUU. Lo mismo debería hacer El Salvador y decirle: yo no te ayudo a controlar el flujo de drogas que pasa por El Salvador rumbo a EEUU, si no nos ayudas”, puntualizó García.
“Yo no creo que la gente quiera regresar, aunque expire el permiso. Creo que la gente se va a quedar y van a pasar a vivir bajo las sombras y eso es peor para ellos y para EEUU también. Hay otras maneras de solucionar, como que los pidan los hijos que nacieron aquí. Pero ir a Canadá, no es la mejor opción, porque igual van a estar con otro idioma y en similar situación a la que viven aquí”, aseguró García.
“La gente que tiene un TPS es la gente que está trabajando bien, bajo la ley, correctamente, que genera economía y trabajo en EEUU. En muchas áreas de Texas, el sesenta por ciento de los trabajadores son salvadoreños, especialmente en trabajos de limpieza, donde los anglos y afroamericanos no quieren trabajar”, enfatizó García.
“Deben consultar un buen abogado y buscar la mejor opción. ¡Cómo va esta gente, con muchos años viviendo aquí, a llegar a un país desconocido para ellos, especialmente sus hijos que nacieron aquí! Llegar allá será una conmoción terrible, no hay trabajo, pero si mucha violencia. El Salvador vive de las remesas que enviamos desde acá. Mi consejo es que tomen todo con calma, no se asusten, no se apresuren. Vayan con un buen abogado y busquen las mejores opciones, hay muchas," señalo Garcia.
Según diversos análisis públicos de especialistas en la materia, esto se une a varios intentos de esta administración por deportar grupos que han estado amparados bajo programas especiales como el Deferred Action for Childhood Arrivals -DACA-, el mismo que perderá su vigencia en marzo. DACA recibió un substancial apoyo recientemente con el giro dado por un juez de California, quien vetó como inconstitucional la eliminación de DACA, trayéndolo de nuevo a la vida y que actualmente está en el limbo, esperando las negociaciones y decisiones políticas del 18 de enero, entre republicanos y demócratas.
El permiso del TPS era renovado regularmente cada 18 meses. El gobierno informó que la medida de terminar el TPS para salvadoreños es tomada en base al conocimiento de que las condiciones en El Salvador, desde el terremoto en el 2001, han mejorado suficientemente para no seguir mereciendo la especial designación de TPS.
Por su parte, Sandra Chacón, mesera del restaurante Salvadoreño 2, en Phoenix, Arizona, un restaurante con un cincuenta por ciento de clientela salvadoreña, dijo que no es correcta la decisión del gobierno de terminar el TPS para los salvadoreños. “Las personas que regresan a El Salvador se encontrarán con falta de empleo y mucha delincuencia. Las familias salvadoreñas aquí son trabajadoras, buenas, decentes y le convienen a Estados Unidos tenerlas. Toda la gente salvadoreña está sorprendida con esta decisión”, expresó Chacón.
Al ser consultada sobre si es suficiente el tiempo dado a los salvadoreños para solucionar su situación o inclusive salir del país, Chacón señaló que “en un año -el plazo aproximado que dio el gobierno es de nueve meses- sí es posible buscar soluciones a través de muchos medios, entre esos que los pidan un familiar ya con papeles, visa humanitaria, entre otros, y si no encuentran una solución para quedarse aquí, también hay países como Canadá y otros, donde gente trabajadora como la salvadoreña puede ser bien recibida”.
Según oficiales del Departamento de Seguridad Nacional 262.500 permisos del TPS fueron otorgados a salvadoreños, pero estimados recientes señalan que cerca de 200.000 con este estatus residen actualmente en los EEUU. Por otro lado, un comunicado del gobierno estadounidense indica que 39.000 salvadoreños fueron deportados en los últimos seis años.
Otras comunidades de inmigrantes ya han recibido sus fechas de finalización para sus TPS: para 60.000 haitianos, quienes llegaron en 2010 después del terremoto y para 2.500 nicaragüenses protegidos a raíz del Huracán Mitch en 1998, fue para noviembre su fecha final. Mientras que a 57.0000 hondureños, les fue concedido recientemente una extensión de seis meses más para su TPS, esta última decisión fue tomada por la anterior Secretaria, Elaine Duke. La actual Secretaria es Kirstjen Nielsen.
Otra difícil situación es la de los hijos nacidos aquí. De acuerdo con fuentes oficiales hay aproximadamente 190.000 niños de padres salvadoreños con TPS nacidos en EEUU. Esto significa rompimiento de familias o que los padres se queden viviendo como ilegales y sufriendo el terror de ser deportados.
Julisa Pineda, mesera del restaurante Salvadoreño 1, en Meza, Arizona, dijo “no creo estar de acuerdo con la decisión del gobierno porque les está quitando la oportunidad de tener una vida decente a los salvadoreños. El impacto causado por esta decisión se puede sentir ya actualmente, porque en estos últimos días han bajado las ventas. Hay muchos salvadoreños preocupados. Sí pienso que todavía hay muchas esperanzas para solucionar la situación legal aquí”.
“No creo que sea fácil, para la gente que regresa, poner un negocio en El Salvador y triunfar como aquí. Aun así, con todo lo que esta pasando, yo le digo a la gente que no pierdan las esperanzas y que si Dios los puso aquí es por algo”, expresó Pineda.
Jorge Rennella, Periodista, Traductor y Escritor con base en Chicago, es parte del equipo de trabajo de la Revista el Restaurante. Contactarlo en: jorge@restmex.com
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